El 2023 ha cerrado como un año en donde los cambios, la volatilidad y los desafíos fueron un factor común en diferentes industrias de la región, caracterizándose por múltiples retos económicos, sociales y legislativos. A pesar del temor a la recesión en algunos países de Latinoamérica, debido a la alta inflación, las políticas monetarias restrictivas, caída en las ventas de vivienda nueva, baja confianza inversionista y algunas decisiones gubernamentales confusas, el mercado ha mostrado que de cara al 2024 pueden darse resultados importantes como muestra de estabilidad y recuperación.